La alta comisionada de la ONU para los DDHH, Michelle Bachelet, alertó sobre retrocesos en materia de igualdad de género.

“Estamos viendo los derechos de las mujeres siendo atacados desde muchos frentes”, dijo la alta comisionada en un evento en Ginebra, para conmemorar los 25 años de la Conferencia de la Mujer en Beijing.

Bachelet añadió que están resurgiendo narrativas en contra de la igualdad de género basadas en siglos de discriminación. “Debemos resistir todos los desafíos a la afirmación ganada con tanto esfuerzo de lo que sabemos: los derechos de las mujeres son derechos humanos y no son negociables. La dignidad humana no puede ser diseccionada, compartimentada, comprometida, ni puede ser un privilegio de pocos”, añadió Bachelet.

La Conferencia de la Mujer en Beijing se realizó en 1995 y la declaración que surgió a partir de ahí fue un rechazo fuerte a la desigualdad de género. El documento reconoció la diversidad de las mujeres y la necesidad de abordar múltiples formas de discriminación. Afirmó que la elección de la mujer sobre sus cuerpos era una cuestión de derechos humanos y una piedra angular del desarrollo. También destacó la importancia de defender los derechos humanos de las mujeres a lo largo de su ciclo de vida.

La alta comisionada de la ONU dijo que luego de la Conferencia, se han hecho importantes avances. Por ejemplo, el número de mujeres parlamentarias nacionales casi se ha duplicado, más de 150 países ahora tienen leyes sobre el acoso sexual y el matrimonio infantil ha disminuido a nivel mundial.

Además, los países tienen significativamente más datos sobre la violencia contra las mujeres y el porcentaje de mujeres en trabajos remunerados ha aumentado. Más de 140 países garantizan la igualdad de género en sus constituciones y los Estados miembros de la Organización Internacional del Trabajo han adoptado convenios para eliminar la violencia y el acoso en el lugar de trabajo y proteger los derechos laborales de las trabajadoras domésticas.

Sin embargo, Bachelet resaltó que la agenda para la igualdad aún no está terminada y existe el riesgo de una regresión. “Los derechos de las mujeres no son negociables (...) no pueden ser una política opcional sujeta a los vientos cambiantes de la política”, añadió.