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Las dos caras del "Venezuela Aid Live": asistencia humanitaria e intervención política

Si bien la intención en apariencia es similar a la de otros históricos conciertos como el Live Aid de 1985, claramente las presentaciones que se darán en el lado colombiano de la frontera no se quedan solo en el aspecto humanitario.

Gustavo A. Delvasto D.  | 22.02.2019 - Actualızacıón : 23.02.2019
Las dos caras del "Venezuela Aid Live": asistencia humanitaria e intervención política Los venezolanos se ven cruzando el Puente Internacional Simón Bolívar, que conecta Venezuela con Colombia. (Lokman İlhan - Agencia Anadolu)

BOGOTÁ, Colombia

Por: Gustavo A. Delvasto D.

“Juan Guaidó, quien ha sido reconocido presidente legítimo de Venezuela por más de 40 países y la UE, y Leopoldo López, un líder de la oposición actualmente bajo arresto domiciliario en Caracas, nos han pedido organizar un bello concierto… Atraer la atención del mundo sobre esta inaceptable y prevenible crisis, recaudar fondos para ayuda humanitaria esencial”.

Así fue como el magnate y reconocido filántropo británico Richard Branson, creador de la marca Virgin, invitó en un video de hace unas semanas al “Venezuela Aid Live”, el concierto gratuito de este viernes 22 de febrero cerca a la ciudad de Cúcuta, fronteriza con Venezuela.

Branson, como reza la página web del evento, pretende recaudar USD 100 millones destinados a afectados por la crisis humanitaria. Sin embargo, en la versión en español de la página web también se lee: “no solo es un concierto más, es un concierto que abrirá las puertas a la libertad de Venezuela”.

El músico y fundador de la mítica banda Pink Floyd, Roger Waters, respondió este miércoles con otro video a su compatriota Branson. Waters, abierto defensor de Nicolás Maduro, dijo: “no tiene nada que ver con ayuda humanitaria (…). Tiene que ver con Richard Branson comprando la idea de EEUU de intervenir a Venezuela (…), no tiene nada que ver con las necesidades de los venezolanos (…), con la democracia (…), con la libertad (…), ni con la ayuda (…)”.

De igual forma, el músico también conocido por su activismo político a favor de la causa palestina culminó su corto video con un “¿de verdad queremos que termine Venezuela en otro Irak, Siria o Libia?”.

Waters no es ajeno a este tipo de actuaciones humanitarias. Tocó con sus excompañeros de Pink Floyd el 2 de julio del 2005 en el “Live 8”, multitudinario concierto celebrado en simultáneo en Roma, Londres, Filadelfia, Berlín, Toronto, Tokio, Moscú, Johannesburgo y París para llamar a los líderes del G8 mediante la organización Make Poverty History y combatir la pobreza mundial.

Las visiones políticas de la ayuda

Claramente el “Venezuela Aid Live” no se queda en lo humanitario, así algunos de los artistas participantes pretendan obviarlo. Tal como el vocalista de Maná, Fher, quien afirmó en uno más de los tantos videos: “esta no es una cuestión política… la cuestión política es del mismo pueblo, con democracia, en soberanía… no estamos apoyando un sistema político… solo queremos que la ayuda llegue a toda la gente”.

Branson revela en el video que los líderes opositores solicitaron recolectar recursos, pero con un elemento adicional, según la misma página web: “despertar la atención mundial y así dar a conocer al mundo la trágica situación que viven los venezolanos, tanto dentro como fuera de su país”.

Si bien la intención es en apariencia similar a otros eventos como el Live Aid, con el cual se pretende relacionar el actual, no pueden ser más disímiles en sus orígenes. El concierto del 13 de julio de 1985 fue una iniciativa del músico irlandés Bob Geldof, después de la emisión de un reportaje de la BBC sobre la hambruna ocasionada por la gran sequía de Etiopía en 1984. En esa ocasión, varios artistas internacionales por cuenta propia se congregaron para recoger fondos y aliviar un poco la hambruna en el país africano, a través de dos presentaciones en el Estadio Wembley de Londres y en el estadio John F. Kennedy de Filadelfia.

El carácter político es inherente a las ambiciones humanitarias que rodearon y rodean ambos eventos, sin embargo, sus diferencias no solo radican en que este concierto latinoamericano es solicitado por uno de los bandos en “conflicto”: la oposición que intenta salir del régimen de Maduro.

Existen dos versiones, tal vez dispares, en el mensaje que se ha enviado, en inglés y español, en la página web del evento. Mientras que en una está la frase “Venezuela Aid Live” y se invita a donar, “reabrir la frontera de Venezuela para que la ayuda humanitaria finalmente llegue a los millones de personas que más la necesitan”; en la versión en español se aprecia: “Música por Venezuela, Ayuda y Libertad”, incluso describen a través de reportajes en video de diversos medios el sufrimiento real de muchos venezolanos dentro y fuera del país.

Evidentemente el propósito final tanto de Guaidó, autoproclamado presidente interino, como de López -líder del partido político al que pertenece Guaidó, Voluntad Popular, quien se encuentra en arresto domiciliario y que pasó tres años y cinco meses en la cárcel militar de Ramo Verde- es que se haga una transición de gobierno y se llame a nuevas elecciones.

También hay diferencias en los acontecimientos que presiden al concierto. EEUU ha jugado un papel protagónico en el envío de aviones militares cargados de víveres. Además del reconocimiento a Guaidó por cerca de 50 países, en su mayoría aliados de Estados Unidos.

Las pretensiones de EEUU

Con lo anterior es bueno recordar lo que en el 2003 dijo el expresidente estadounidense George W. Bush, previo a la invasión a Irak: “vamos a entregar al pueblo iraquí comida, medicamentos, provisiones y libertad”.

El mismo Trump ha dicho que "el camino actual hacia la democracia es irreversible"; ha exigido a los militares que rompan con Maduro y permitan la entrada de ayuda humanitaria a su país, enviada a Colombia en aviones militares. Incluso al responder sobre intervención militar mencionó: "hay un número de distintas alternativas y estamos revisando todas las opciones".

Branson, este jueves en declaraciones a la emisora W Radio, dijo sobre una posible intervención militar a Venezuela que “lo último que necesita el país y el mundo es una guerra” y agregó que Guaidó está haciendo el trabajo de buscar por medio de acciones pacíficas la libertad.

Gaby Arellano, diputada a la Asamblea Nacional, afirmó también este jueves que en su país se abrirá un corredor humanitario “encabezado por venezolanos que va a ser recibido por venezolanos”, rechazando la participación de fuerzas extranjeras en el ingreso de la ayuda.

Sobre el concierto, la respuesta del chavismo no se hizo esperar: el gobierno de Maduro anunció que se hará otro evento musical, sin dar nombres de artistas y denominándolo “Para la guerra, nada” y “HandsOffVenezuela” (manos fuera de Venezuela) los días viernes, sábado y domingo. El dirigente chavista Darío Vivas confirmó que el evento se hará en el fronterizo puente Ureña, en el lado venezolano.

La política en lo humanitario, la humanidad en la política

Las diferencias con los anteriores Live Aid u otras presentaciones humanitarias no se queda en las posturas políticas que les dan origen, encubiertas o explícitas. También radica en algo más sencillo y, si se quiere, trivial: su cartel.

Mientras en el concierto fronterizo se han confirmado presentaciones de artistas latinos como Alejandro Sanz, Carlos Vives, Juanes, Carlos Baute, el 'Cholo' Valderrama, Juan Luis Guerra, José Luis Rodríguez ‘El Puma’, Luis Fonsi, Maluma, Maná, entre otros, con la posible adición sin confirmar del también británico Peter Gabriel, el de 1985 contó en tarima con las actuaciones de Elton John, U2, David Bowie, Mick Jagger, Madonna, Joan Báez, Eric Clapton, Sting y Queen, entre otros. La recaudación superó los USD 100 millones de dólares y fue retransmitido en más de 72 países, uno de los eventos musicales más vistos de la historia.

Los trasfondos de ambos eventos han sido particulares, aún a pesar de las causas humanitarias que los incentivaron. Por un lado, Maduro rechaza el término “crisis humanitaria” y también por la idea de la oposición de que el mandatario chavista no solo está “usurpando” el poder, sino porque también consideran que existe una crisis de gobernabilidad.

También está el hecho de que organizaciones como la Cruz Roja y la ONU tienen reservas sobre la forma de dicho ingreso y distribución de la asistencia. La ONU esta semana llamó a “despolitizar el suministro de ayuda humanitaria” e instó a reducir las tensiones y entablar “negociaciones políticas serias”. "Estamos claramente inquietos y preocupados por la situación sobre el terreno", dijo el portavoz de la organización mundial, Stéphane Dujarric.

Desde el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) afirman que ellos promueven una asistencia "neutral e imparcial". "(...) Significa ayudar en función de las necesidades y no de lealtades políticas a alguna de las partes en un conflicto", señaló el presidente del CICR, Peter Maurer.

Amnistía Internacional (AI) también ve con preocupación la situación y pidió: al mandatario venezolano reconocer la grave crisis socioeconómica y permitir la ayuda humanitaria impulsada por Guaidó y a su vez, rechazar el uso de las necesidades "como herramienta de negociación política". AI confirmó también que no acompañan las acciones de Guaidó para hacer entrar la ayuda humanitaria, prevista para este 23 de febrero en diversos sectores fronterizos.

Dichos organismos internacionales concuerdan en que la ayuda debería recaer sobre organizaciones sociales y civiles, que como dice AI, deben “garantizar que la asistencia llegue a manos de las personas que la necesiten sin que se politice, ni condicione la entrega”.

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