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La crisis entre Egipto, Sudán y Etiopía por presa sobre el Nilo en cinco preguntas

Etiopía alega que Egipto y Sudán buscan mantener su hegemonía sobre el río más que llegar a un acuerdo de cooperación en el Nilo.

Tufan Aktaş, Ömer Erdem  | 10.07.2020 - Actualızacıón : 10.07.2020
La crisis entre Egipto, Sudán y Etiopía por presa sobre el Nilo en cinco preguntas La presa, actualmente completada al 74%, tiene 1.800 metros de envergadura, 140 metros de altura y se planea que produzca 750 megavatios de electricidad en una primera etapa. (Ebrahim Hamid - Agencia Anadolu)

Hartum

La crisis entre Egipto, Sudán y Etiopía, surgida a raíz del proyecto de la Gran Presa del Renacimiento (ERGE) que esta última construye sobre el río Nilo, sigue sin poder resolverse a pesar de la mediación de actores regionales e internacionales.

¿Con qué propósito, dónde y cuándo empezó a construirse la ERGE?

El proyecto comenzó a construirse en 2011, a unos 25 kilómetros de la frontera de Etiopía con Sudán. La empresa italiana Salini, con un presupuesto de USD 5.000 millones, es la encargada de llevarlo a cabo.

La presa, actualmente completada al 74%, tiene 1.800 metros de envergadura, 140 metros de altura y se planea que produzca 750 megavatios de electricidad en una primera etapa.

Cuando se complete la construcción de la presa, esta retendrá 74.000 millones de metros cúbicos de agua y se espera que produzca un total de 6.450 megavatios de electricidad.

La presa se construye sobre el Nilo Azul, uno de los dos ramales principales del Alto Nilo junto con el Nilo Blanco, el cual alimenta el 85% de las aguas del Alto Nilo.

¿Hasta dónde han llegado Egipto, Sudán y Etiopía en sus negociaciones?

En 2015, Egipto, Sudán y Etiopía firmaron una “declaración de principios” por la cual se concede prioridad a Egipto y a Sudan en la exportación de la electricidad producida por la presa, se protege los intereses de los países con orillas al río en su parte inferior, se garantiza la indemnización de daños y el establecimiento de un mecanismo común para resolver las disputas entre ellos.

La última ronda de negociaciones entre Egipto y Etiopía finalizó el pasado 18 de junio tras una semana de reuniones, bajo la mediación de Sudán, sin haber obtenido resultados.

Al día siguiente Egipto solicitó al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que interviniera en el asunto y encontrara una solución justa para todos.

En estos momentos las negociaciones entre las partes continúan bajo la mediación de la Unión Africana, pero las posturas poco conciliadoras de las partes dejan pocas posibilidades de que esta vez se logre llegar a un acuerdo común.

¿Cuáles son las posturas de Egipto y Sudán?

Sudán ve con buenos ojos la construcción de la presa porque evitará las inundaciones durante la época de lluvias y porque contribuirá a su agricultura.

Así mismo, Sudán piensa aprovecharse de la producción de la electricidad de la presa y su cercanía a la frontera para poner fin a la crisis de electricidad que experimenta desde hace años, sobre todo en la capital Jartum.

No obstante, la administración de Jartum se opone a cualquier acción unilateral por parte de Etiopía, como llenar la presa, sin previo acuerdo mutuo, alegando que esto supondrá una amenaza para la población que reside alrededor de la presa.

Por su parte, Egipto insiste en que la presa libere su agua en las temporadas de sequía, argumentando que el Nilo es su principal fuente de agua potable y de agua para regadío.

Egipto exige la liberación de al menos 40.000 millones de metros cúbicos de agua al año y que el periodo en el que se llene la presa por completo se extienda a largos años, mientras que Etiopía quiere liberar 31.000 metros cúbicos de agua al año y llenar la presa en un periodo entre cuatro y siete años.

¿Cómo responde Etiopía a las críticas?

En toda ocasión Etiopía asegura que la presa no perjudicará ni a Egipto ni a Sudán y alega que ambos buscan mantener su hegemonía sobre el río más que llegar a un acuerdo de cooperación en el Nilo.

Así mismo, Etiopía acusa a Egipto de exigir condiciones imposibles de realizar con el fin de sabotear las negociaciones.

Etiopía señala que el 60% de su población no tiene acceso a la electricidad y se niega a firmar cualquier acuerdo que no le permita intervenir en los proyectos que fuesen a construirse en el futuro sobre el Nilo Azul.

¿Cuáles son los escenarios más probables si la presa se llega a llenar?

Algunos expertos ven la posibilidad de sanciones internacionales e incluso de un enfrentamiento armado entre las partes involucradas si estas no llegan a un acuerdo.

Otros no esperan que las partes lleguen a un acuerdo en un futuro cercano y señalan que la crisis podría resolverse con la intervención del Consejo de Seguridad.

También hay quienes prevén guerras diplomáticas y de inteligencia secreta que provoquen enfrentamientos entre grupos étnicos y separatistas, así como guerras propagandísticas a través de los medios de comunicación entre las partes.

Por último, algunos especialistas opinan que Egipto hará uso de toda su fuerza diplomática para impedir que la presa se llene del todo o, al menos, para que se llene en la medida que más le convenga.

En este escenario, las grandes potencias mundiales permitirán que la presa se llene de manera que no suponga una amenaza para Egipto, luego de haber asegurado sus intereses vitales con este. Mientras Etiopía otorgará concesiones a Occidente para proteger sus intereses.

*Traducido por Daniel Gallego.

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