La inseguridad alimentaria aguda ha alcanzado un récord máximo en los últimos cinco años mientras la comunidad internacional lidia con el conflicto, la pandemia de coronavirus y el cambio climático, advirtió el miércoles un informe respaldado por la ONU.

El conflicto, las consecuencias económicas de la pandemia y el clima extremo "continúan empujando a millones de personas a una inseguridad alimentaria aguda", según el programa Red Mundial contra las Crisis Alimentarias, compuesta por la ONU, la Unión Europea y otras organizaciones gubernamentales y no gubernamentales.

El año pasado, al menos 155 millones de personas sufrieron inseguridad alimentaria aguda en 55 países y territorios, según el informe. Esto representa un aumento de 20 millones de personas desde 2019 y los niveles han ido aumentando cada año desde 2017, cuando se publicó la primera edición del informe.

El conflicto fue el principal impulsor de la inseguridad alimentaria en 2020, empujando a 100 millones de personas a una escasez aguda, frente a los 77 millones en 2019.

Ver también: 17 países africanos acuerdan duplicar su productividad agrícola

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, hizo un llamado a la comunidad internacional para que controle la violencia y enfatizó que "el conflicto y el hambre se refuerzan mutuamente".

"Necesitamos abordar el hambre y los conflictos juntos para resolver cualquiera de los dos", dijo Guterres en un comunicado adjunto. "Debemos hacer todo lo posible para poner fin a este círculo vicioso. Abordar el hambre es una base para la estabilidad y la paz".

Después del conflicto, las conmociones económicas causadas principalmente por la pandemia de coronavirus fueron el segundo factor más importante de inseguridad alimentaria, lo que provocó que más de 40 millones de personas se enfrentaran al hambre.

Mientras tanto, el clima extremo hizo que unos 16 millones de personas se enfrentaran a la inseguridad alimentaria, señala el informe.

*Maria Paula Triviño contribuyó con la redacción de esta nota.