Familias entierran a parientes víctimas del genocidio de Srebrenica de 1995

Nueve víctimas recién identificadas del genocidio de Srebrenica de 1995 serán enterradas este año en el pueblo de Potocari, al noroeste de Srebrenica, este sábado para conmemorar el aniversario del genocidio. Las familias de las víctimas identificadas se preparan para enterrar a sus seres queridos, 25 años después de haber sido abatidos a tiros por las fuerzas serbias.

Bajro Salihovic, una de las víctimas, fue asesinado por las fuerzas serbias durante el genocidio y su cuerpo fue encontrado en una de las fosas comunes después de décadas de estar perdido. El hijo de Bajro, Bahrudin Salihovic, dijo a la Agencia Anadolu que no estaba dispuesto a esperar más para recoger todos los huesos de su padre, muchos de los cuales aún siguen desaparecidos.

Bahrudin dijo que vio a su padre por última vez el 11 de julio de 1995, cuando Srebrenica cayó ante las fuerzas serbias. "Aunque no se pueden encontrar todos los huesos, al menos la ubicación de la tumba nos hace un poco más pacíficos. Llevaremos a nuestros hijos a la tumba de mi padre y les explicaremos cómo perdimos a sus abuelos en el genocidio", señaló Bahrudin Salihovic.

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Cuando el genocidio tuvo lugar, Bahrudin tenía 25 años y aseguró que había sido testigo de muchos horrores. "Caminé entre las personas que murieron en el camino del bosque, dormí junto a los cadáveres para llegar a la zona segura", agregó.

Mihad Zukanovic es otro pariente de una de las víctimas del genocidio, su abuelo, Ibrahim Zukanovic, y lo enterrará en la ceremonia de este año. Mihad dijo que sólo tenía ocho años cuando vio a su abuelo por última vez y recuerda ese día cuando su abuelo lo besó en la mejilla por última vez. "Crecí en Srebrenica con mi abuelo y siempre estuve con él. Solíamos ir al campo juntos. Tenía una chaqueta azul que nunca se quitaba", dijo Mihad.

Junto con su madre y su hermana se refugió con la unidad militar holandesa en la oficina de la ONU después de que las fuerzas serbias tomaran el control de la ciudad. "Buscamos a mi abuelo, pero entre miles de personas, no pudimos encontrarlo", dijo Mihad. Además recordó que vio a un hombre colgado de detrás del camión cuando se levantó para ir al baño una noche. "Algunas personas que se refugiaron en la base se colgaron para no rendirse a los serbios", relató.

Mientras tanto, la familia Ibisevic también se está preparando para enterrar a dos de sus hijos que fueron asesinados durante el genocidio, mientras siguen buscando el cuerpo del otro. La familia enterrará a su hijo mayor, Salko Ibisevic, que tenía 23 años cuando fue asesinado. Su padre, Ahmo Ibisevic, perdió unos 40 parientes en el genocidio y a pesar de que han pasado 25 años, todavía no han podido encontrar el cuerpo de su otro hijo, Samir, ni todos los huesos de su hijo menor, Salko, que han intentado encontrar por nueve años.

"Después de que Srebrenica cayera ante las fuerzas serbias, fui con mis hijos por el camino del bosque para llegar a la zona controlada por los bosnios. Cuando vi a Salko por última vez, llevaba a un pariente herido a la espalda [...]. Samir pasaba por el camino del bosque con dos de sus amigos. Les dije a dónde ir y dónde encontrarse", dijo Ahmo.

Poder enterrar a su hijo después de 25 años no pondría fin a su dolor. "Será difícil al principio, pero al menos ahora habrá una lápida". "Nuestro dolor no se detendrá y seguiremos viviendo con el dolor de nuestro pequeño hijo, que aún no hemos encontrado", dijo Ahmo.

Su madre, Zineta Ibisevic, dijo que nadie le dijo a los asediados bosnios que protegieran a sus hijos de los serbios. "Nosotros los musulmanes solíamos vivir en el mismo barrio que los serbios. Nadie nos advirtió que debíamos proteger a nuestros hijos de ellos. La última vez los vi a un lado de la carretera a través de la ventana del autobús. Caminaban en dos filas acompañados por soldados serbios que les apuntaban con sus rifles", dijo Zineta.

Salko Ibisevic, que solo tenía 23 años cuando fue asesinado, será la víctima más joven en ser enterrada este año. Hasan Pezic, de 70 años, será el adulto más viejo que será enterrado en la ceremonia de este año. Cada año, el 11 de julio, las nuevas víctimas identificadas del genocidio, que se cobró la vida de más de 8.000 personas, son enterradas en un cementerio conmemorativo en Potocari, en el este de Bosnia y Herzegovina. Miles de visitantes de varios países asisten a los servicios funerarios y entierros. Con el funeral de este año, el número de entierros en el cementerio ascenderá a 6.652.

Más de 8.000 hombres y niños musulmanes bosnios fueron asesinados cuando las fuerzas serbo-bosnias atacaron la "zona segura" de las Naciones Unidas en Srebrenica en julio de 1995, a pesar de la presencia de tropas holandesas encargadas de actuar como fuerzas internacionales de mantenimiento de la paz. Srebrenica fue asediada por fuerzas serbias que intentaban arrebatar territorio a los musulmanes y croatas de Bosnia para formar su propio Estado.

El Consejo de Seguridad de la ONU había declarado Srebrenica como "zona segura" en la primavera de 1993. Sin embargo, las tropas serbias lideradas por el general Ratko Mladic, más tarde declarado culpable de crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio, invadieron la zona de la ONU.

Las tropas holandesas no actuaron cuando las fuerzas serbias ocuparon la zona, donde mataron a unos 2.000 hombres y niños solo el 11 de julio. Unos 15.000 residentes de Srebrenica huyeron a las montañas circundantes, pero las tropas serbias los persiguieron y mataron a 6.000 de ellos en los bosques.

*José Ricardo Báez G. contribuyó con la redacción de esta noticia.