El embajador adjunto de Estados Unidos ante la ONU, Richard Mills, dijo este jueves al Consejo de Seguridad que la administración estadounidense rechazó la solicitud del órgano internacional de revertir por razones humanitarias la declaración como grupo terrorista a los hutíes de Yemen.

Mills señaló que Washington considera las advertencias sobre las posibles consecuencias humanitarias de la decisión y tomará las medidas necesarias para reducir el impacto en la entrega de asistencia humanitaria e importaciones comerciales.

"Pero creemos que este paso es la decisión correcta para enviar la señal correcta si queremos que el proceso político avance”, aseguró el enviado.

Gobierno: el pueblo yemení respalda la decisión

Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Yemen, Ahmad bin Mubarak, dijo al Consejo de Seguridad que la decisión de EEUU cuenta con el apoyo del pueblo yemení.

Bin Mubarak acusó a los hutíes de cometer grandes violaciones de los derechos humanos, incluidos bombardeos a áreas civiles y lugares de culto, deportación de opositores, detener y torturar periodistas, asediar ciudades y amenazar vías de tránsito internacional.

“Por lo tanto, acogemos con satisfacción la decisión de EEUU. Esta decisión está en línea con las demandas del Gobierno y el pueblo también la apoya”.

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El canciller yemení aseguró que el Gobierno ha tomado máximas precauciones para facilitar el trabajo de las instituciones comerciales y financieras, organizaciones humanitarias y organizaciones internacionales a fin de asegurar el flujo de asistencia humanitaria para los yemeníes.

La ONU pidió retirar la decisión

Por su parte, el secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios de la ONU, Mark Lowcock, dijo al Consejo de Seguridad que la decisión empujará a la empobrecida nación a "una hambruna en una escala que no hemos visto en casi 40 años", por lo que pidió a la administración estadounidense revertirla.

El enviado especial de la ONU para Yemen, Martin Griffiths, señaló que está extremadamente preocupado por la decisión de EEUU y advirtió que esta dificultará las conversaciones entre las partes beligerantes en el proceso político.

Yemen vive una guerra civil desde que en 2014 los rebeldes hutíes invadieron gran parte del país, incluida la capital, Saná. La crisis se intensificó en 2015, cuando una coalición liderada por Arabia Saudita lanzó una devastadora campaña aérea destinada a hacer retroceder los avances territoriales de los hutíes, alineados con Irán.

El país importa el 90% de sus alimentos a través de canales comerciales y los hutíes controlan el comercio en las áreas que gobiernan.

Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), el conflicto se ha cobrado 233.000 vidas.

*Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.