EEUU le pidió al gobierno de Nicaragua volver a las negociaciones con la oposición
El embajador Kevin Sullivan manifestó su preocupación por la decisión del presidente Daniel Ortega de abandonar la mesa de diálogo que busca darle una salida a la crisis en dicho país.
El embajador estadounidense en Nicaragua, Kevin Sullivan, da un discurso con motivo de la celebración del 4 de julio en Managua. (Embajada de Estados Unidos en Nicaragua)
BOGOTÁ, Colombia
Estados Unidos le pidió al gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua que retome las negociaciones con la oposición, liderada por la Alianza Cívica, que buscan darle una solución a la crisis que vive el país desde abril de 2018.
El embajador estadounidense en Managua, Kevin Sullivan, manifestó la “profunda preocupación” de Washington por la decisión unánime del mandatario nicaragüense de abandonar la mesa de diálogo.
“Mi gobierno comparte el criterio que negociaciones serias, que resuelvan los principales temas, son el camino para acabar con el sufrimiento en Nicaragua y abrir un capítulo nuevo y más prometedor en la historia de este país”, dijo el diplomático durante un encuentro con periodistas en la capital.
Kevin Sullivan indicó que si Managua retoma a las negociaciones, "la solución (a la crisis) estará al alcance", pero si no Estados Unidos “lo tomará en cuenta al igual que los países miembros” de la Organización de Estados Americanos (OEA) en la evaluación de los próximos pasos a tomar.
Las protestas en Nicaragua dejan centenares de personas muertas, cerca de 2.000 heridos y más de 70.000 personas en el exilio.
La CIDH estima que 325 personas han fallecido durante las protestas en el marco de la crisis social y política que vive el país desde abril del 2018. Por su parte, cifras de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH) sitúa en 593 los muertos por cuenta de la violencia originada el año pasado. Mientras tanto, el gobierno solo reconoce 199 casos.
Con la muerte de cientos de personas, presos y juicios políticos, persecución, una economía al borde del colapso y más de 70.000 nicaragüenses exiliados, Ortega y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo enfrentan la crisis más grave como Gobierno.
