Con nueve casos de coronavirus o COVID-19 detectados hasta el momento en la Franja de Gaza de Palestina, los expertos advierten sobre un desastre inminente en el asediado territorio que alberga a dos millones de habitantes.

Irónicamente, los nuevos siete casos, detectados el miércoles, son todos funcionarios de seguridad, que vigilaban una instalación de cuarentena en la ciudad de Rafah, en las fronteras con Egipto, informó el Ministerio de Salud de Palestina. A principios de esta semana, dos hombres que regresaron de Pakistán dieron positivo. Fueron inmediatamente aislados en la misma instalación.

Un aspecto positivo es que las personas infectadas no pudieron ingresar a la Franja de Gaza. Fueron detenidos en la frontera egipcia y puestos en cuarentena en un hospital de campaña en la ciudad de Rafah. Las autoridades palestinas ya han confirmado 75 casos del coronavirus en Cisjordania. El total de casos en los territorios palestinos que combinan Cisjordania y Gaza dan 84 casos confirmados.

De acuerdo con el ministerio, el sistema de salud en el territorio ya se encuentra alterado al contar solo con 60 camas de cuidados intensivos para dos millones de residentes.

Catar ha ofrecido un apoyo financiero de USD 150 millones para la Franja de Gaza, el cual será desembolsado en los próximos seis meses con el objetivo de contener la pandemia del coronavirus. Las autoridades planean construir 500 unidades de cuarentena en Rafah.

La enfermedad respiratoria que registró su primer contagio en Wuhan, China, se ha extendido rápidamente en todo el mundo. La organización Mundial de la Salud declaró al COVID-19 como una pandemia global.

Las restricciones israelíes han dilapidado el sistema de salud de la Franja de Gaza. Los expertos creen que el empobrecido territorio sufre de una severa escasez de suministros médicos, como dispositivos respiratorios y de cuidados intensivos.

En declaraciones para la Agencia Anadolu, el doctor Rami Abdala, asesor y director del departamento de control y prevención de infecciones, dijo que el Ministerio de Salud de Gaza ha transferido algunos suministros y dispositivos de diferentes hospitales públicos al territorio de Rafah, en donde hay nueve pacientes en cuarentena.

“Básicamente, los hospitales de Gaza carecen de instalaciones médicas para tratar a cualquier paciente con coronavirus. En caso del brote de la enfermedad, el sistema médico fallará y eventualmente colapsará en el territorio asediado.

Debido a las restricciones impuestas por Israel, los hospitales no cuentan con equipo de esterilización y otros dispositivos médicos esenciales”, explicó el doctor.

Los hospitales de Gaza necesitan suministros con urgencia

“El Ministerio ha preparado una lista de suministros urgentes y la ha enviado a la OMS y otras organizaciones médicas y humanitarias internacionales. Ha solicitado la preparación de 100 camas de cuidados intensivos en preparación para el estallido anticipado de. coronavirus en Gaza”, señaló Abdala, y agregó que, en la actualidad, las 60 camas de cuidados intensivos están ocupadas por pacientes que padecen enfermedades cardíacas y de otro tipo.

“Estimo que más casos resultarán positivos en las próximas semanas”, advirtió.

Además de la falta de suministros médicos, el déficit de electricidad también es un desafío para los preparativos contra el COVID-19.

El Centro Palestino de Derechos Humanos (PCHR) con sede en Gaza ha instado a la comunidad internacional a intervenir y ayudar a salvar el sistema de salud antes de que “sea demasiado tarde”.

“Las instalaciones de salud en Gaza ya están al borde del colapso debido al cierre impuesto por Israel en la Franja de Gaza. También se ha exacerbado debido a la división interna en Palestina y las disputas políticas”, declaró el grupo en un comunicado.

Los gazatíes aprenden las precauciones para derrotar al virus

A pesar del frágil sistema de salud y el asedio impuesto por Israel, los residentes en Gaza están tomando precauciones para mantener al COVID-19 lejos de sus fronteras.

En declaraciones a la Agencia Anadolu, Dina Abu Dayya, una madre de cinco hijos, relató que después de que aparecieron los dos casos, fue a una farmacia a comprar máscaras quirúrgicas y productos de higiene. “Las farmacias no tenían máscaras quirúrgicas, así que compré geles para manos, jabones y algunos artículos de limpieza”, dijo Abu Dayya, quien enseña en una escuela administrada por la ONU.

También publicó en su Facebook indicando claramente que no recibiría a ningún visitante y que no está visitando a nadie por ahora. También pidió a familiares y amigos que eviten las interacciones sociales, especialmente con los ancianos.

Shireen Alhallaq, ama de casa de 30 años, también ha tomado precauciones con seriedad. Ella ha pegado un trozo de papel en la puerta principal de su apartamento, que dice: “Por nuestra seguridad y la suya, no nos visiten por favor”.

Ella afirma que el distanciamiento social es lo que la mayoría de los habitantes de Gaza pueden hacer dadas las circunstancias.

“Esto no es cosa de risa”, dijo Alhallaq “La capacidad de los hospitales de Gaza es pobre incluso en circunstancias normales”, agregó. En una emergencia, es la receta para una catástrofe.

*Daniela Mendoza contribuyó con la redacción de esta nota.