El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró, este miércoles 16 de junio, que su agenda política no era contra Moscú, sino para el pueblo estadounidense.

La declaración del mandatario estadounidense se dio tras finalizar su reunión con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, en Ginebra, Suiza; las primeras conversaciones cara a cara entre los dos mandatarios.

"Le dije al presidente Putin que mi agenda no es contra Rusia ni contra nadie más. Es para el pueblo estadounidense", precisó Biden, quien ofreció una rueda de prensa separada a la de Putin.

"El presidente Putin y yo compartimos la responsabilidad única de gestionar la relación entre dos países poderosos y orgullosos en una relación que tiene que ser estable y predecible. Y deberíamos poder cooperar donde sea de nuestro interés mutuo", destacó Biden.

El presidente de Estados Unidos expresó que continuará planteando cuestiones de derechos humanos fundamentales a Putin "porque eso es lo que somos".

La rueda de prensa de Biden duró 30 minutos, en comparación con los 50 minutos que duró la rueda de prensa de Putin.

Biden indicó que le dejó muy claro al líder ruso que su país no tolerará los intentos de violar su "soberanía democrática o desestabilizar nuestras elecciones democráticas".

También advirtió a Putin de las consecuencias "devastadoras" si la figura de la oposición rusa, Alexei Navalny, muere mientras está en una prisión rusa.

Biden dijo que Rusia y Estados Unidos habían iniciado un diálogo bilateral para controlar las armas peligrosas.

Putin llegó en avión desde Moscú aproximadamente una hora antes del inicio de las conversaciones, que tuvieron lugar en medio de tensiones entre las dos potencias mundiales.

Biden manifestó que, durante la reunión, Putin y él dedicaron "mucho tiempo" a la ciberseguridad.

"Entonces, acordamos encomendar a expertos en nuestros dos países para trabajar en entendimientos específicos sobre lo que está fuera de los límites", señaló el presidente estadounidense.

La seguridad para la cumbre Biden-Putin fue estricta en Ginebra, la segunda ciudad más grande de Suiza, rodeada por los Alpes y las montañas del Jura, que alberga la sede europea de la ONU y varias agencias como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial del Comercio (OMC).

La Villa La Grange, situada en un extenso parque a la orilla del lago Léman en pleno corazón de Ginebra y donde se realizaron las conversaciones, fue testigo de otra reunión importante hace 36 años, cuando el fallecido presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, se reunió con Mikhail Gorbachev, líder de la extinta Unión Soviética (URSS).

Además, 30 años antes de esta histórica reunión, Ginebra fue sede de los llamados "Cuatro Grandes" en 1955, cuando los vencedores de la Segunda Guerra Mundial (Estados Unidos, URSS, Reino Unido y Francia) acordaron reunirse en la ciudad bajo los auspicios de la ONU para discutir cuestiones de paz y seguridad.

*Juan Felipe Vélez Rojas contribuyó con la redacción de esta nota.