Aviones de combate rusos atacaron dos hospitales y áreas residenciales en la provincia de Alepo, al norte de Siria, denunció este lunes un funcionario de la Defensa Civil de Siria.

La organización, también conocida como los Cascos Blancos, menciona que los ataques aéreos alcanzaron los hospitales en la ciudad norteña de Darat Izza, cerca de la frontera turca, hiriendo a civiles y obligando a cerrar las instalaciones médicas.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de la mitad de las instalaciones de salud del país han sido dañadas o destruidas desde el comienzo de la guerra civil en 2011.

Los aviones rusos también atacaron aldeas en la provincia noroccidental de Idlib, un bastión de las fuerzas de oposición cubierto por un alto el fuego nominal.

Las fuerzas del régimen sirio lideradas por Bashar al-Assad han estado tratando de capturar las zonas rurales de Alepo y partes de la vecina provincia de Idlib.

Los avances han desplazados a cientos de miles de civiles sirios que huyen hacia la frontera con Turquía, que ya alberga a más de 3,7 millones de refugiados.

También ha afectado la cooperación entre Ankara y Moscú.

Turquía ha enviado sus tropas a Idlib como parte de los acuerdos con Rusia (los acuerdos de Astana de 2017 y Sochi de 2018) que buscaban una desescalada en la región. Sin embargo, las fuerzas del régimen, sus aliados y las milicias leales a él continúan violando el alto al fuego.

En lo que va de mes, el fuego de artillería de las tropas del régimen han matado a 12 militares turcos y un contratista civil.

Mientras tanto, Ankara y Moscú han comenzado una nueva ronda de conversaciones en la capital rusa. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha dicho que el ejército de Turquía hará retroceder a las fuerzas sirias si no se retiran de Idlib.

*Traducido por Aicha Sandoval Alaguna.