13 países latinoamericanos expresaron su preocupación por Nicaragua

Dichas naciones exigen el cese inmediato a los actos de violencia e intimidación en contra de la sociedad civil.

En el marco de la crisis sociopolítica que atraviesa Nicaragua y que ha cobrado la vida de unas 360 personas en los últimos tres meses, las cancillerías de 13 naciones latinoamericana expresaron su preocupación por las violaciones de los derechos humanos en el país centroamericano.

El llamado de alerta fue hecho por los ministerios de Relaciones Exteriores de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay.

Un comunicado conjunto publicado por la Cancillería de Colombia subraya que dichas naciones “expresan su preocupación por la violación de los derechos humanos y las libertades fundamentales en Nicaragua. Condena los graves y reiterados hechos de violencia que se vienen produciendo en el país y que han provocado, hasta la fecha, la lamentable pérdida de más de 300 vidas humanas y centenares de heridos; la represión y violencia contra estudiantes y miembros de la sociedad civil, así como la tardanza en brindar asistencia médica urgente a los heridos”.

Además, exigen el cese inmediato a los actos de violencia e intimidación contra la sociedad civil que marcha en las calles y pide la dimisión del presidente Daniel Ortega.

Los gobiernos manifestaron que se debe reactivar el diálogo nacional en Nicaragua entre la Alianza Cívica (opositora) y los representantes del gobierno “dentro de un clima de respeto a las libertades fundamentales".

En el documento también se manifiesta el apoyo a la Conferencia Episcopal de Nicaragua que sirve como mediadora entre ambas partes y que en pasados días fue víctima de agresiones por parte de las autoridades de Nicaragua.

Finalmente, los gobiernos de los 13 países mencionados agradecieron el papel de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por las visitas realizadas a Nicaragua y exhortaron al gobierno para que cumpla con las recomendaciones de este organismo que busca culminar con la oleada de violencia más sangrienta en Nicaragua desde los años ochenta.