El 9 de julio, Emiratos Árabes Unidos (EAU) retiró sus fuerzas militares de Al-Hudaydah, la ciudad portuaria de Yemen, para pasar de una "estrategia militar en primer lugar a una estrategia de paz primero". Los funcionarios emiratíes justificaron esta redistribución alegando que las fuerzas de EAU debían concentrarse en enfrentar a Irán y subrayar el éxito que su nación ha tenido en marginar a los hutíes como una fuerza política importante en el sur de Yemen.

Aunque estos factores contribuyeron al cambio de política de EAU en Yemen, la decisión de reducir su intervención militar también fue provocada por la presión internacional y el deseo de suspender una campaña militar prolongada. A pesar de la estrecha relación del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con el príncipe heredero de Abu Dabi, Mohammed bin Zayed, el Departamento de Defensa de Estados Unidos presionó recientemente a EAU para que permitiera una investigación sobre los abusos cometidos en contra de los detenidos en Yemen. 

La reacción contra los supuestos envíos de armas de EAU a Al Qaeda en Yemen y las críticas a que ese país ha empeorado la crisis humanitaria de Yemen, también han dañado la reputación internacional de Emiratos Árabes Unidos.

Como la visión geopolítica de EAU depende de la combinación de poder duro y blando, el anuncio de retiro tuvo como objetivo, en parte, salvar la reputación empañada de ese país.

A medida que la guerra civil yemení se prolonga, los funcionarios de EAU también han enfrentado presiones internas para demostrar que su participación en Yemen es finita.

Las reservas sobre la sostenibilidad de la intervención militar de EAU surgieron por primera vez en los círculos oficiales durante las primeras etapas del conflicto. En julio de 2016, el Ministro de Estado de Relaciones Exteriores, Anwar Gargash, anunció que la guerra de Yemen había "terminado para nuestras tropas", y el príncipe heredero estuvo de acuerdo con la declaración de Gargash en Twitter.

Aunque estos comentarios no cambiaron la conducta de EAU en Yemen, sugieren que Abu Dabi estaría dispuesto a retirarse unilateralmente de Yemen, si el momento era adecuado. La hegemonía del Consejo de Transición del Sur (STC, por sus siglas en inglés) alineada con los EAU sobre Adén (capital de Yemen) ha permitido a los funcionarios emiratíes afirmar que su retiro trata de consolidar ganancias, en lugar de una admisión de derrota. Este marco narrativo ha ayudado a Mohammed bin Zayed a navegar sin problemas la reducción de EAU en Yemen.

A pesar de que EAU están reduciendo su presencia militar, Abu Dabi no desea rendir su influencia en Yemen. Para preservar su posición estratégica favorable, participarán selectivamente en operaciones de lucha contra el terrorismo en Yemen, ayudarán a sus representantes en sus esfuerzos por consolidar la hegemonía en el sur de Yemen y ampliarán su participación diplomática en el país. Estas acciones ayudarán a garantizar que las relaciones EAU y Arabia Saudita no se vean gravemente dañadas por el retiro unilateral de Abu Dabi y que EAU aseguren sus intereses en un eventual acuerdo de paz yemení.

A pesar de la reducción de tropas en Yemen, los informes iniciales sugieren que Abu Dabi mantendrá una presencia militar en su base en al-Mukalla, un antiguo bastión de Al-Qaeda en la Península Arábiga (AQAP) que fue superado por los EAU en 2016. Esa nación mantendrá este despliegue porque temen que AQPA pueda ganar simpatizantes afirmando que EAU está saqueando los recursos del sur de Yemen e instigando el separatismo.

A los funcionarios también les preocupa que sus representantes del sur de Yemen carezcan de preparación para una campaña contra el terrorismo contra AQAP, ya que tradicionalmente se han basado en el apoyo de las fuerzas armadas de EAU.

Además de garantizar que al-Mukalla no caiga en manos de AQPA, la participación continua EAU en campañas contra el terrorismo fortalece sus asociaciones con Arabia Saudita y EEUU. Aunque EAU insisten en que consultaron con Arabia Saudita antes de anunciar una retirada de Yemen, persiste la relación hostil de Abu Dabi con el presidente de Yemen, Abd Rabbuh Mansur Hadi, apoyado por Arabia Saudí y los responsables políticos del STC de Arabia Saudí. 

Al participar en misiones antiterroristas contra lo que describe como una coalición hutíe-ISIS-AQAP, EAU mantienen su alto nivel de cooperación militar con Arabia Saudita, mientras busca destacar su valor como socio antiterrorista para los funcionarios de EEUU, ya que Abu Dabi está preocupado de que su estrecha alianza con el país americano se debilite si un candidato del Partido Demócrata derrota a Trump en 2020.

A medida que la hegemonía de Abu Dabi sobre Adén complementa su creciente presencia militar en el Mar Rojo y el Cuerno de África, EAU garantizarán que la reducción de sus tropas no debilite su influencia en el sur de Yemen. El Cinturón de Seguridad, una fuerza paramilitar del sur de Yemen alineada con EAU, continúa manteniendo una presencia militar formidable en todo el sur de Yemen.

EAU también han ordenado al STC que establezca un ejército paralelo al ejército yemení controlado por Hadi. Una vez que se complete este proceso, la fuerza militar del STC consistirá en un estimado de 52.000 tropas del sur de Yemen y un número considerable de asesores técnicos de los Emiratos. Este nivel de fuerza militar impide efectivamente que las fuerzas pro-Hadi o hutíes expulsen a los agentes de EAU a través de la fuerza militar.

La creciente impopularidad de la presencia militar de EAU en el sur de Yemen también explica el cambio de Abu Dabi hacia una proyección de poder más indirecta. A mediados de junio, grandes protestas contra EAU estallaron en la región de Shabwah, rica en petróleo, y los manifestantes pidieron el fin de la ocupación de Emiratos Árabes Unidos en Yemen. 

Abi Dabi también es desfavorablemente vista por la población civil de Adén. Muchos residentes recuerdan negativamente la administración del puerto de la empresa portuaria con sede en Dubai, DP World, desde 2008 hasta 2012 y creen que las políticas de explotación de EAU empobrecieron a la población local. Al empoderar a las fuerzas militares locales, EAU pueden ocultar su hegemonía en el sur de Yemen y evitar disturbios populares a gran escala que debilitarían su influencia a largo plazo.

Para reparar su imagen empañada y promover su agenda geopolítica, es probable que EAU amplíen su participación en la resolución diplomática de la guerra civil yemení. Cabe destacar que el anuncio de retiro de las tropas se dio después de la visita del enviado especial de la ONU a Yemen, Martin Griffiths, el pasado 2 de julio a Abu Dabi para discutir el proceso de paz.

Como la credibilidad de los EAU como mediador se ha visto afectada por su participación en los atroces abusos contra los derechos humanos y las relaciones adversas tanto con los hutíes como con el gobierno de Hadi, es poco probable que Abu Dabi promueva el diálogo entre facciones en Yemen. En cambio, es probable que utilice su poder económico y sus vínculos con los grupos paramilitares para influir en el desarrollo de las instituciones políticas de posguerra de Yemen.

Una vez que se reanuden las negociaciones multilaterales de paz, EAU presionarán para que Hadi sea reemplazado por un nuevo presidente que sea más acorde con los intereses de los Emiratos. 

También se espera que EAU apoyen la federalización de Yemen, ya que esto otorgará una mayor autonomía al sur del país y prolongará la influencia de Abu Dabi sobre esta región de valor estratégico. Estas propuestas políticas podrían exacerbar las fricciones entre los EAU y Arabia Saudita en Yemen, pero Abu Dabi espera que el enfoque común de ambos países en aislar a Irán y a Catar, evitará que estos desacuerdos debiliten su alianza estratégica.

A pesar de que muchos medios de comunicación internacionales han confundido las reducciones de tropas de EAU en Yemen con un retiro militar, los Emiratos siguen firmemente comprometidos a promover sus intereses estratégicos en Yemen. Es probable que conserven su hegemonía y podrían ejercer una influencia considerable sobre la futura trayectoria política de Yemen. Sin embargo, incluso si se logran estos éxitos, Mohammed bin Zayed luchará para distanciar a EAU de su papel instrumental en la catástrofe humanitaria de Yemen.

[Samuel Ramani es candidato a doctor en Relaciones Internacionales en St. Antony's College, Universidad de Oxford. También es periodista que contribuye regularmente a The Washington Post y The Diplomat].

* Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan la política editorial de la Agencia Anadolu.

*Traducido por Maria Paula Triviño