Economía

Las mujeres encuentran un aliado en la lucha por la justicia en Sudán del Sur

Organizaciones han ayudado a las víctimas de violencia de género a encontrar justicia en un país donde se considera que el gobierno normaliza efectivamente la violencia contra las mujeres y las niñas.

Ekip  | 13.02.2020 - Actualızacıón : 14.02.2020
Las mujeres encuentran un aliado en la lucha por la justicia en Sudán del Sur Una mujer lleva un bebé mientras espera la ayuda humanitaria, por primera vez en casi una década, en la ciudad de Yabus, que está bajo el control del Movimiento de Liberación Popular de Sudán-Norte (SPLM-N), en Nilo Azul, Sudán en 17 de diciembre de 2019. Mahmoud Hjaj - Agencia Anadolu)

Sudán del Sur

La afirmación "es raro que se haga justicia fácilmente" es una noción que parece aplicarse en mayor medida a las mujeres de color, particularmente a las sobrevivientes de violencia de género en Sudán del Sur.

Si se encuentran en regiones con sistemas judiciales subdesarrollados y sobrecargados, la espera de justicia a menudo puede durar más que sus propias vidas.

La violencia de género sigue siendo generalizada en Sudán del Sur, país asolado por conflictos, y grupos de derechos humanos han establecido que todas las partes son culpables de actos desgarradores de violencia sexual: violación y violación en grupo, mutilaciones forzadas, secuestros, entre otros delitos sexuales.

La débil respuesta del gobierno ha sido condenada en repetidas ocasiones y se considera que normaliza efectivamente la violencia contra las mujeres y las niñas del país africano.

Sin embargo, hay un rayo de esperanza para aquellos que sufren en el silencio.

La Organización para el Desarrollo de la Iniciativa de Apoyo a la Paz (SPIDO), un organismo de la sociedad civil, ha perseguido activamente casos de violencia de género en los estados de Kapoeta y Torit.

Según su propio registro, la organización ayudó a garantizar la justicia de al menos 100 personas, quienes de otro modo nunca habrían tenido los recursos para llevar sus casos a la corte.

Pero SPIDO tampoco habría sido capaz de brindar su ayuda a las víctimas sin el respaldo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

La organización ha recibido alrededor de USD 30.000 por parte del PNUD, apoyo monetario vital en sus esfuerzos por mejorar el acceso a la justicia.

“Nos hemos centrado particularmente en ayudar a las sobrevivientes de la violencia de género porque estas mujeres son a menudo las más vulnerables; mental, física y financieramente", dijo Jacob Atari, un oficial legal de SPIDO.

"En seis meses, hemos ayudado a unas 100 personas en Torit y Kapoeta, lo que no hubiera sido posible sin el apoyo del PNUD".

Esperanza en medio de la desesperación

Las sobrevivientes de la violencia de género ayudados por SPIDO dan testimonio de la importancia de la organización en su búsqueda de justicia e instan a los donantes a que sigan ayudando en sus operaciones.

Christine, de 20 años, fue violada por tres hombres en Torit y pasó años recuperándose del trauma mientras intentaba llevar un caso contra los perpetradores.

“No tenía el dinero necesario para pelear mi caso en la corte. Sabía que mis atacantes estaban libres mientras yo moría por dentro todos los días”, señaló.

"Fue solo con la ayuda de SPIDO que mi caso avanzó y uno de los hombres fue arrestado. Ahora puedo esperar que mis atacantes reciban el castigo que merecen".

Otra sobreviviente de violación de 19 años, que quería que su identidad no fuera revelada, compartió una historia igualmente dolorosa.

“Fui asaltada por cuatro hombres y dada por muerta. Durante dos meses, ni siquiera recibí las medicinas que mi cuerpo necesitaba desesperadamente para sanar”, le dijo a la Agencia Anadolu en Torit.

“Eventualmente me hablaron sobre el trabajo de SPIDO y acudí a ellos en busca de ayuda. Aseguraron ayuda médica y legal para mí. Hoy, todos mis atacantes están tras las rejas y pagarán por sus acciones".

"Siento que solo estoy viva debido a SPIDO y la forma en que me cuidaron".

La organización ha ayudado a los sobrevivientes de violencia de género en todas las etapas de su lucha por la justicia.

Sus esfuerzos fueron fundamentales para que la policía actuara en el caso de una sobreviviente de violación que pasó meses corriendo de un puesto de ayuda a otro.

“Los oficiales de policía estaban menos preocupados por mi caso. Lo pospusieron durante meses y me quedé sin esperanza y abatida”, le dijo a la Agencia Anadolu otra mujer, quien le solicitó no revelar su nombre.

“Eventualmente detuvieron a la persona que identifiqué pero luego salió sin ningún cargo formal. El escenario cambió por completo una vez que tuve el apoyo de SPIDO. Puede que mi alma nunca sane de la brutalidad, pero al menos ese hombre está obteniendo lo que se merece ".

La violencia doméstica es otra área en la que la organización ha dejado su huella.

Una mujer de mediana edad, que tampoco quería que se revelara su identidad, indicó que fue víctima del comportamiento abusivo de su esposo durante casi tres años porque estaba sola e indefensa.

“El sistema judicial local está inherentemente sesgado contra las mujeres. Durante años, se me negaron mis derechos, ya que ningún tribunal consideraba mi queja contra mi esposo”, narró.

"Con la ayuda de SPIDO y del PNUD pude llevar mi caso a la corte superior del Estado y mi terrible experiencia finalmente terminó".

Desafíos

Abdhallarahman Al Tom, un juez en el estado de Kapoeta, afirmó que la escasez de jueces era un factor significativo en el funcionamiento paralizado del poder judicial.

“Tengo 18 casos nuevos en este momento porque no hay otros jueces. No hay nada que podamos hacer sobre la creciente acumulación de casos; solo podemos esperar que traigan más jueces de Juba (capital de Sudán del Sur)", dijo.

Por su parte, Ukidi Moi Ugura, un ministro del gobierno estatal, reconoció los problemas prevalentes pero dijo que estos no le quitan el compromiso del gobierno de proteger los derechos de los ciudadanos.

"Respetamos la importancia de los derechos humanos básicos y estamos trabajando incansablemente para establecer el estado de derecho", aseguró el funcionario.

Ugura aseguró que el apoyo del PNUD había demostrado ser invaluable en los esfuerzos para educar a los líderes locales y mejorar su capacidad para dar a las personas acceso a la justicia.

"Usamos todas las herramientas de medios en nuestras campañas de concientización, que se enfocaron en decirle a la gente qué constituye la violencia de género, así como los errores de otras prácticas tradicionales", señaló Jacob Atari de SPIDO, al explicar cómo se utilizaron los fondos del PNUD para aumentar la conciencia sobre la violencia de género en el país. 

Elliman Jange, representante residente adjunto del PNUD en Sudán del Sur, agradeció la forma en que el gobierno estatal de Torit y los grupos de la sociedad civil han utilizado los fondos de la agencia.

“El objetivo siempre fue llegar a las comunidades locales y obtener la ayuda que necesitan. Es alentador ver que eso está sucediendo”, aseveró el funcionario.

*Traducido por Juan Felipe Vélez Rojas.

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