Análisis

Trump, Israel y la importancia geopolítica de los Altos del Golán

El gobierno estadounidense reconoció esta semana la soberanía de Israel sobre este estratégico espacio que es territorio ocupado de Siria. ¿Cuál es la importancia de esta meseta en Oriente Medio?

Maria Paula Triviño Salazar  | 28.03.2019 - Actualızacıón : 29.03.2019
Trump, Israel y la importancia geopolítica de los Altos del Golán ALTOS DEL GOLÁN - ENERO 29 DE 2015: Los Altos del Golán son un territorio sirio ocupado por Israel desde 1967. (Salih Zeki Fazlioglu - Agencia Anadolu)

BOGOTÁ, Colombia

Por Maria Paula Triviño

"Después de 52 años, es hora de que Estados Unidos reconozcan plenamente la soberanía de Israel sobre los Altos del Golán, que es de importancia estratégica y de seguridad para el Estado de Israel y la estabilidad Regional", tuiteó el presidente Donald Trump la semana pasada, refiriéndose a una estratégica zona en Oriente Medio que ha estado en disputa entre Israel y Siria desde 1967.

Seguido del tuit, vino la declaración del mandatario, el lunes pasado, durante el Comité anual de Asuntos Americanos Israelíes (AIPAC), donde reconoció la soberanía de Israel sobre los Altos del Golán.

Este reconocimiento tiene graves consecuencias, no solo en la aplicación del derecho internacional, sino también sociales.

Para Trump, “agresiones de Irán y de grupos terroristas en el sur de Siria, incluyendo Hezbolá, continúan haciendo de los Altos del Golán una base potencial de lanzamientos de ataques contra Israel”.

No se puede olvidar que Trump tiene altos índices de aprobación sin precedentes en Israel, y sus calificaciones se dispararon especialmente después de que reconoció a Jerusalén como la capital de Israel en 2018.

Un territorio histórico

Los Altos del Golán son una meseta del 1.800 km2 , ubicados a aproximadamente 30 km de distancia de la capital siria, Damasco. Allí hay 30 asentamientos israelíes donde viven 20.000 personas. A su lado conviven 20.000 sirios árabes drusos.

En 1967, durante la Guerra de los Seis Días, Israel se apoderó de esta zona. 140.000 sirios abandonaron sus hogares y la nación israelí ocupó aproximadamente dos tercios de los Altos como resultado del conflicto.

Siria y la coalición árabe intentaron recuperar el territorio en la Guerra de Yom Kippur de 1973, pero apoyado por Estados Unidos, Israel fue el vencedor.

En 1974 se firmó un armisticio para crear una zona desmilitarizada que sería controlada por las fuerzas de la ONU, pero en 1981, en contra de las resoluciones y los llamados del Consejo de Seguridad de la ONU, Israel se anexó este territorio.

A pesar del patrullaje de la ONU, en 2014, el grupo terrorista Al Qaeda secuestró allí a 45 ‘cascos azules’ y los liberó dos semanas más tarde. El incidente suscitó la retirada de las fuerzas de la ONU ese mismo año, y solo hasta 2018, regresaron acompañados de policías militares rusos, según indicó en octubre pasado el portavoz del Estado Mayor ruso, Serguéi Rudskoy.

Los Altos del Golán son un territorio de vital importancia estratégica y por eso las grandes potencias siempre han estado interesadas en él.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, agradeció a Trump por firmar la proclamación este lunes y aseguró que este era un “día histórico” que hace ver pequeñas las victorias de Israel en las guerras de 1967 y 1973.

“Aunque Israel ganó esas dos guerras, tuvimos que esperar casi medio siglo hasta este momento, aquí en esta sala, para traducir nuestra victoria militar en una victoria diplomática”, manifestó Netanyahu.

Importancia social

Aunque desde los Altos del Golán se puede ver Damasco y los ejércitos que los dominen tendrán una gran ventaja sobre su adversario, esta zona es descrita especialmente por su riqueza natural.

Es una meseta que permite la siembra de decenas de productos y es fuente de agua en una zona especialmente árida. La cuenca del Golán desemboca en el río Jordán y suministra un tercio del agua que consume Israel. Por su parte, los sirios piden tener de nuevo acceso a la llanura que rodea al mar de Galilea y de donde sale gran parte de los canales de agua que abastecen a Israel.

Por si fuera poco, la zona cuenta con grandes yacimientos de petróleo e Israel tiene su único complejo de esquí en la zona.

Mientras Israel ya actúa militarmente en los Altos del Golán, la medida de reconocerlos como territorio israelí es visto por muchos analistas como un impulso para la carrera electoral de Netanyahu en los comicios locales que se llevarán a cabo en abril y donde el primer ministro tiene grandes retos, llevando a cuestas una investigación por corrupción.

Para otros internacionalistas, la medida de Trump es una inaceptable violación de las declaraciones de las Naciones Unidas y es incoherente con su discurso frente a la criticada anexión de Crimea por parte de Rusia.

Como respuesta a la medida, Siria solicitó al Consejo de Seguridad de la ONU realizar una reunión de carácter urgente programada para este miércoles, y aunque miembros como Francia propusieron una cumbre pública para tratar el tema, es poco probable que el organismo emita una declaración ya que se necesita el consenso de los 15 miembros del Consejo, incluido EEUU.

Para los israelíes, esa tierra les pertenece de facto y devolverla le costaría al Estado cerca de USD 20.000 millones, expresados solamente en la reubicación de los asentamientos.

Por otro lado, los Altos del Golán son el hogar de sirios árabes drusos quienes en 1981 marcharon para que no les fuera impuesta la ciudadanía israelí. Sin embargo, en las escuelas de la zona, les enseñan hebreo, las bases del movimiento sionista y la religión judía, mientras familias enteras quedaron separadas por las vallas fronterizas y son objeto de discriminación, expropiación de tierras y arrestos en los territorios ocupados. Para Israel, ellos son residentes árabes pero su ciudadanía es indefinida.

El reconocimiento por parte de EEUU pone en jaque la estabilidad de una zona bastante convulsionada. A las situaciones descritas se suma la grave amenaza que enfrentan más de 150.000 refugiados sirios que huyen de los ataques del régimen de Bashar al Assad y que han llegado a las poblaciones de los Altos del Golán, ya sea del lado jordano o de la ocupación israelí.

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