Análisis

Merkel siente la presión por la fallida respuesta a la crisis del coronavirus en Alemania

No solo los líderes políticos, también expertos médicos, expresan su sorpresa por el mal manejo de la pandemia que ha dado el Gobierno alemán en la tercera ola de la COVID-19.

Oliver Towfigh Nia  | 20.04.2021 - Actualızacıón : 21.04.2021
Merkel siente la presión por la fallida respuesta a la crisis del coronavirus en Alemania BERLÍN, ALEMANIA - ENERO 21, 2020: La canciller alemana, Ángela Merkel, después de celebrar una conferencia de prensa en la casa de la prensa federal en Berlín, Alemania, el 21 de enero de 2021. (Abdulhamid Hoşbaş - Agencia Anadolu)

BERLÍN

Por: Oliver Towfigh Nia*

La Administración de la canciller alemana, Ángela Merkel, ha fracasado estrepitosamente en la gestión de la crisis por el coronavirus.

Esta opinión está ganando impulso no solo entre las figuras de todo el espectro político, también entre los expertos en salud.

La jefa de la facción parlamentaria del partido opositor Die Linke, Amira Mohamed Ali, arremetió contra la controvertida estrategia de Merkel contra el coronavirus, calificándola de ser "un montón de escombros".

"Si su Gobierno federal no hubiera fallado tan estrepitosamente con la estrategia de adquisición y prueba de vacunas, entonces esta tercera ola podría haberse mitigado de manera decisiva, si no evitada", dijo la parlamentaria de izquierda.

De acuerdo con Mohamed Ali, Merkel no logró dar esperanza y perspectiva, "y el resultado es que cada vez más personas están perdiendo la confianza en la política".

Las críticas de Mohamed Ali a Merkel han sido compartidas por otros partidos de oposición, incluidos los Verdes y el Partido Demócrata Libre (FDP), cuyo líder Christian Lindner pidió un "nuevo comienzo en la política pandémica".

Ira entre los médicos ante la respuesta del Gobierno

Varios expertos médicos han liderado un ataque a la gestión de Merkel en la crisis del coronavirus, preguntándose abiertamente si esta estrategia puede, en última instancia, detener la propagación del virus mortal.

"Estoy consternado por la gestión de crisis del Gobierno federal", aseveró el médico Stefan Hoehne, radicado en Berlín.

“Todavía nos faltan máscaras protectoras FFP3 y gafas de seguridad”, agregó.

Muchos consideran que el comportamiento negligente y a veces caótico del Gobierno de la coalición que lidera Merkel en la crisis actual es algo sin precedentes en la historia de la Alemania posterior a la Segunda Guerra Mundial.

Esto se confirma por la adquisición no profesional de la vacuna por parte del Gobierno alemán, y en lo que respecta al número de dosis de vacuna administradas hasta ahora en comparación con otros países.

Aunque la vacuna de Pfizer-BioNTech se desarrolló por primera vez en Alemania, el lento programa de vacunación del país está muy por detrás del Reino Unido, Estados Unidos y otros países desarrollados.

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La vida comercial se ha estancado

Y no es solo eso. La vida pública en Alemania es prácticamente inexistente, ya que los cines, los organizadores de conciertos, las agencias de viajes, los gimnasios y toda la industria de la hostelería han estado en hibernación durante meses.

Aparte de las cadenas de abarrotes y los mercados de bebidas, todo el comercio minorista, innumerables negocios comerciales y artesanales, pubs, restaurantes, cafés e instalaciones de ocio se han visto paralizados al verse obligados a cerrar.

La asociación minorista Handelsverband Deutschland (HDE) espera el cierre permanente de 50.000 tiendas y un cuarto de millón de desempleados solo en su área. Las dimensiones del daño económico incurrido y el que llegará ni siquiera se pueden estimar todavía.

Está claro que las generaciones venideras tendrán que afrontarlo. Sin embargo, la gestión del Gobierno de Merkel no solo tiene consecuencias para la industria, los negocios y el comercio. La existencia de tres de cada cuatro restaurantes está en peligro, si las cosas siguen como hasta ahora, según los expertos. Algunas ciudades pequeñas y del interior podrían convertirse en pueblos fantasmas a largo plazo.

Las políticas del coronavirus tienen un impacto social dramático

Igualmente dañinos son los efectos de las inflexibles regulaciones sobre el coronavirus impuestas por el Gobierno que han tenido un impacto psicológico y físico dramático en la vida cotidiana de las personas.

Los enfermos y los necesitados de cuidados, especialmente los ancianos, no gozan de acceso a sus familiares, amigos y conocidos.

La privatización del sector de la salud alemana, iniciada bajo el entonces canciller Helmut Kohl ha favorecido el caldo de cultivo para la rápida propagación del virus: una escasez de personal entre los trabajadores de enfermería y humanitarios, acompañada de una atención médica inadecuada.

Esta crisis también ha puesto de relieve las políticas educativas fallidas del Gobierno para intensificar el aprendizaje a distancia en el país.

El sector más vulnerable de la sociedad en esta situación son los niños, ya que Alemania es conocida por estar rezagada en la digitalización y el coronavirus ha agravado esta situación pues las escuelas no tienen las herramientas necesarias, como computadoras portátiles, para el aprendizaje electrónico.

Además, muchas escuelas también carecen de conexiones a internet de alto rendimiento, según expertos en tecnología.

La crisis del coronavirus afecta principalmente a los niños pobres

Esta crisis ha afectado especialmente a los niños pobres en Alemania. Uno de cada cinco en el país crece en la pobreza, según un estudio de la Fundación Bertelsmann.

La pandemia del coronavirus y la subsecuente acción gubernamental inadecuada están acelerando la desigualdad entre ricos y pobres, provocando nuevas tensiones sociales.

La falta de educación conduce a una mayor desigualdad social en Alemania. Donde hay una falta de equidad en oportunidades educativas, la pobreza es inevitable.

Los padres o familias monoparentales que tienen dificultades para financiar su subsistencia generalmente no tienen herramientas de comunicación que les permitan a sus hijos aprender en el mundo virtual.

Si bien muchos alemanes esperan que el programa nacional de vacunación y pruebas de coronavirus pueda acelerarse para contrarrestar el virus letal, muchos temen que varias formas de otras mutaciones del coronavirus puedan restringir la vida pública en los próximos años.

El rumbo en zigzag de la canciller sobre la lucha contra la enfermedad seguramente no ayuda a disipar los temores de la gente sobre su país, afectado por el virus, en un futuro imprevisible.

"Merkel hizo un gran trabajo en la lucha contra la crisis financiera de 2008 y la crisis de refugiados de 2015, pero fracasó estrepitosamente en la lucha contra el coronavirus", dijo un destacado experto en salud alemán, hablando bajo condición de anonimato.

“Más de 80.000 personas han muerto en Alemania como resultado de la COVID-19 porque el Gobierno no tenía una estrategia clara contra el coronavirus”, agregó.

*El autor es un periodista radicado en Berlín que cubre la política alemana.

**Las opiniones expresadas en este artículo pertenecen al autor y no reflejan necesariamente la política editorial de la Agencia Anadolu.

***Daniela Mendoza contribuyó con la redacción de esta nota.

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