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Las actividades sospechosas de Emiratos Árabes Unidos en Afganistán

La concesión de la administración de cuatro aeropuertos, entre ellos el de la capital Kabul, a una empresa emiratí y los rumores de la llegada de militares israelíes indican que las actividades de EAU son más políticas que económicas en Afganistán.

Halil Silahşör  | 03.12.2020 - Actualızacıón : 04.12.2020
Las actividades sospechosas de Emiratos Árabes Unidos en Afganistán DUBÁI, EMIRATOS ÁRABES UNIDOS - ABRIL 25, 2017: Vista general de la ciudad de Dubái, la capital del emirato de Dubái, uno de los siete emiratos que conforman los Emiratos Árabes Unidos. (Ramazan Turgut - Agencia Anadolu)

ESTAMBUL

Antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, Emiratos Árabes Unidos (EAU) percibía al régimen de los talibanes en Afganistán como una amenaza a pesar de reconocerlos como representantes legítimos del Gobierno afgano entre 1996 y 2001.

Tras los atentados, EAU participó en la invasión de Afganistán junto con Estados Unidos y jugó un papel activo durante toda la contienda facilitando cazabombarderos ligeros F-16 y abriendo sus instalaciones militares a Estados Unidos y sus aliados para su uso durante las operaciones.

Desde 2003, EAU mantiene un destacamento militar de unos 250 efectivos en la provincia de Uruzgán, en el sur de Afganistán. Su principal objetivo es disipar las dudas que la población afgana tiene hacia las fuerzas de la OTAN desplegadas en la zona.

En 2015, EAU firmó un acuerdo de cooperación estratégica con Afganistán y comenzó a construir colegios religiosos y viviendas en el este del país centroasiático.

En 2017, el embajador de EAU en Afganistán, Mohammed Abdullah al-Kaabi, fue asesinado en un atentado con explosivos junto con otras 11 personas en la provincia de Kandahar. Tras el atentado, EAU suspendió sus actividades diplomáticas en el país para reanudarlas el próximo año.

A pesar de los intentos de EAU, las negociaciones con los talibanes se han realizado bajo el auspicio de Catar, y su capital, Doha, se ha convertido en la oficina política de estos.

Por su parte, el Gobierno del presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, se ha esforzado por establecer lazos con los países árabes, especialmente Arabia Saudita, Catar y EAU. Como consecuencia, las actividades de estos países en Afganistán han aumentado en los últimos años.

La concesión de la administración de cuatro aeropuertos, entre ellos el de la capital Kabul, a una empresa emiratí y los rumores de la llegada de “90 militares israelíes que hablan árabe protegidos por soldados emiratíes” indican que las actividades de EAU en Afganistán son más políticas que económicas.

La continuidad de la presencia de EAU en Afganistán, en un momento en el que Estados Unidos planea retirarse del país y desmantelar sus bases, se puede leer como un plan de EAU de seguir en el país como un proxy de inteligencia para sus aliados. En este sentido, EAU puede cooperar con Israel al mismo tiempo que vigila las actividades de Irán en Afganistán.

El deseo de EAU de abrir una oficina de los talibanes en su territorio refleja la estrategia que planea implementar en Afganistán.

Esto se debe al anhelo de EAU y de los demás países del Golfo Pérsico de jugar un papel más efectivo en las negociaciones entre el Gobierno afgano y los talibanes.

No obstante, estos esfuerzos se deben a la competencia entre estos países y no a la importancia que dan al futuro de Afganistán.

*Traducido por Daniel Gallego.

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